El hombre luce una inquietante sonrisa.
La sonrisa del asesino ante su víctima.
Sin perturbar un ápice su expresión, desenfunda y realiza un certero disparo. Acto seguido me desplomo fulminado, inerte.
Desde el umbral de la puerta, puedo ver cómo mi doble robótico cae al suelo, según lo planeado. Abandono mi escondite y me acerco al asesino. La satisfacción me embriaga al hundir mi cuchillo en su espalda, deseando ávidamente mancharme las manos con su muerte.
No brota ni una sola gota de sangre.
Un segundo disparo me atraviesa la nuca y esfuma mi sorpresa. La sonrisa del asesino siempre estuvo detrás de mí.
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A Haunting at Silver Falls (2013)
Hace 9 años
Así no es la historia del hombre que lucía su inquietante sonrisa! :)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Rechaza imitaciones! Ésta es la verdadera historia del hombre que lucía una inquietante sonrisa
ResponderEliminarNo need. Ya las rechazan por mi :(
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